Después de la Guerra de los Seis Días, con un intercambio estático de fuego de artillería a lo largo de toda la línea Bar Lev en el Canal de Suez  se extendió la Guerra de Desgaste .

Poco después de que las hostilidades llegaron a su fin, el presidente Nasser se embarcó en lo que sería una sangrienta, prolongada e inconclusa guerra: la Guerra de Desgaste -un intercambio estático de fuego de artillería a lo largo de toda la línea Bar Lev en el Canal de Suez, que escaló rápidamente. Las FDI participaron en una serie de incursiones atrevidas, la más espectacular fue probablemente la captura y el transporte seguro a Israel de una instalación completa de radar de fabricación rusa en buen estado de funcionamiento .

Cuando la Fuerza Aérea de Israel comenzó sus bombardeos contra objetivos en la profundidad de Egipto, Nasser en la desesperación recurrió a la Unión Soviética para que le proporcionara no sólo con equipo ruso, sino también con aviones y  tropas de tierra. Rusia aceptó de mala gana. Poco después, los EE.UU.  temerosos de que la participación directa de las grandes potencias sería derivar en una confrontación nuclear, acordó con la URSS poner fin a la guerra en el marco del "alto el fuego de stand-still " fórmula del Consejo de Seguridad (julio de 1970). 1.424 soldados israelíes murieron en acción entre el 15 de junio de 1967 y 08 de agosto 1970 .

La ocupación de la Ribera Occidental y Gaza era considerada en primer lugar por los líderes de la OLP como ideal para la resistencia armada, es decir, las actividades terroristas. Los ataques terroristas fallaron, sin embargo, en lograr un impacto significativo. Por lo tanto, las organizaciones terroristas árabes trasladaron sus actividades al extranjero: el secuestro y el secuestro de aviones y volarlos. El principio benevolente con esa actividad terrorista de las potencias occidentales -después de todo, se se trataba sólo de Israel- hizo que los actos de terror aumententaran en número e importancia. La operación más espectacular y sangrienta de los terroristas fue la masacre de 11 deportistas israelíes en Munich, en los Juegos Olímpicos de 1972 .

Mientras tanto, Egipto, en coordinación secreta con Siria, se preparaban para otra guerra. Israel era consciente de estos preparativos, pero llevó a su concepto de que el presidente Sadat de Egipto no se embarcaría en la guerra a menos que estuviera seguro que había logrado por lo menos la paridad, si no superioridad en el aire. Israel, ignoró la escritura en la pared.

De " Las guerras árabe - israelíes " de Netanel Lorch